Muchas veces el alma desprende poesía en forma de lagrimas.
Hay algo que siempre trato de explicar y es, qué no te suceda lo que a mi.
La vida normal es mediocridad, en el menos malo de los sentidos de este término.
Hay muchos que se arriman al borde de esa linea de ese círculo que cada uno, en consenso subconsciente con el resto, llama realidad.
El problema es que cuando juegas mucho en ese borde, a veces, el mundo y ese subconsciente, harto de tu prepotencia, te pega una patada en el culo y, caes afuera.
La otra vía es para aquellos que siguen un proceso.
En está vía, lo mas importante es que entiendas si quieres continuar, y es que, para algunos, el mundo, no es suficiente según nos lo han contado.
Por eso, cada lágrima es una limpieza del alma.
Los ojos deben ser enjugados para ver la nueva realidad por eso, las mariposas al batir alas desprenden gotas de rocío qué se depositan en el nuevo amanecer de ternura. En ese momento mi mano te acompanya.
Toda mi razón de ser se resume en que en ese instante no estés sola.
Realmente yo no importo.
Es sólo qué en ese momento cojas una referencia y que veas por unos segundos lo que yo veo en ti n cada momento.
Mi importancia es ser nada antes y después. Como no te importo, puedes ser como realmente eres, sin que exista nada que te ate a mi.
Sólo con quien sabes que no tienes nada que ver puedes actuar como realmente eres. Nadie juzga o compara, o, le vas a volver para que te recuerde.
De tus lágrimas sólo queda tu posterior mirada límpida.
El verdadero cambio no es un pensamiento, es un cambio en la química de tu ser de tu piel.
Yo no importo, ni soy pasado.
miguel mochales alias maestro zen.
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