tu octavo entrenamiento.

Tu cuerpo ha comenzado a tener cambios.

Se afina.

Igual que las cuerdas de un instrumento, tienen qué ser tensadas pero no en exceso y de la misma forma que entre las cuerdas hay una escala, así tu cuerpo, tiene qué ser afinado y tensado en su proporcion justa.

Es necesario qué busques esa armonía.

La mejor sensación de tu cuerpo es cuando no sientes el cuerpo en su funcionamiento.

La segunda sensación se llama consciencia.

Tu mente es un absoluto multiplicador de todo lo qué es enfocada.

A esa lupa de ficalizacion si, es aplicada en tu cuerpo, inmediatamente va a producir un aumento de resultados más allá de el simple hecho de la acción fisica.

Es eso de qué el ojo del amo alimenta al caballo.

Quiero qué los entrenamientos del jinete en sus variantes, los hagas, en algún momento, desnuda al espejo.

Quiero qué te mires y vayas dirigiendo con tu vista, sin esfuerzo a puntos concretos de tu cuerpo. Deberías empezar por aquellos por los qué tengas una especial vinculación y luego pasar desde ellos, a los puntos conlindantes.

Es muy importante qué establezcas esa conexión entre tu chi y tu mente y tu vista.

Luego lo usaremos exteriormente. Es lo qué se conoce como espiritualidad y qué es un sonar de un delfín o un murciélago, poco evolucionado.

Hay otro apartado qué es importante. Cuando entrenar?

La idea es muy sencilla. Esto no es deporte, es arte. Lo crucial es la práctica diaria sin un límite de tiempo.

No pienses en hacer media hora todos los días, piensa en hacer, pues el día qué no se tiene esa media hora simplemente no se hace.

Tienes qué entender qué chi está siempre, por tanto, lo importante no es mucho trabajo si no qué los canales estén abiertos.

Mi consejo es qué aunque sean díez segundos, entrenes, pues eso impide qué los canales se cierren.

El mejor horario es la primera hora de la manyana media noche. Pero no te condiciones el tiempo.

Ahora viene tu entrenamiento...